El principal exponente de esta corriente es Max Weber
(1864-1920). Weber de origen alemán fue sociólogo, abogado y profesor de las universidades de Berlín.
Friburgo, Heildelberg y Munich, fue el creador del Modelo burocrático.
En su investigación, Weber, analizó distintas formas de
autoridad, las que clasifico en:
Tipos de autoridad
autoridad legal,
autoridad tradicional y
autoridad carismática.
La forma tradicional de autoridad de las organizaciones
descansaba más en la persona que en el cargo. El concepto de tradición de Weber
también puede verse en las culturas de las empresas en la actitud del «siempre
lo hemos hecho así», lo que es una auto-justificación para resistirse al
análisis crítico de los recién llegados.
Las características principales del modelo son:
Un sistema de reglas y procedimientos que regulan el
Trabajo. Las reglas y procedimientos cumplen diversos fines:
Estandarizar operaciones y decisiones.
Servir corno receptáculos de un aprendizaje pasado.
Facilitar la igualdad de tratamiento.
La selección y promoción del personal son fundamentales en
la formación técnica y en el rendimiento.
Sistemática especialización del Trabajo y especificación de
responsabilidades.
Conductas formales e impersonales; es decir, las relaciones
entre los miembros de la organización deben ser impersonales para evitar una
pérdida de racionalidad y eliminar el favoritismo.
Separación completa entre Propiedad y administración.
Existencia del principio de jerarquía, de acuerdo con el
cual cada puesto de Trabajo es controlado por el superior. La jerarquía es
además impersonal y está basada en reglas.
Por cierto existen
ventajas y desventajas en el Modelo burocrático. Entre las ventajas se pueden
señalar:
Coherencia del empleado.
Eliminación de conflictos.
Supervisión.
Papel de la experiencia y los méritos. Especialización.
Continuidad en la organización.
Y entre las desventajas se mencionan:
Excesivo formalismo.
Los empleados no tienen interés por la organización. Los
empleados son tratados de forma impersonal.
Conformidad en el comportamiento.
Teoría de la burocracia de WEBER
Max Weber (1864-1920) fue el iniciador del estudio
sistemático sobre la burocracia. Sus observaciones del desarrollo de la
burocracia y la formación de las condiciones que contribuyeron al mismo, como
la economía monetaria, la aparición del sistema capitalista, la revolución
industrial, y la ética protestante, son referencias del tema.
Con su teoría de la dominación trata de establecer las
condiciones en las que la persona que detenta el poder justifica su legitimidad
y las formas en que los sujetos sobre los que se ejerce el poder se someten a
él. No es suficiente con la legitimación del poder, es preciso un cierto grado
de organización administrativa que permita el ejercicio del poder. Distingue 3
principios de legitimación que permiten distinguir los tipos de dominación:
dominación carismática, justificada por las características
del líder y aceptada por los súbditos en función de su fe y en la que, en caso
de surgir una organización administrativa, lo que resulta inestable e
indeterminada;
dominación tradicional, legitima el poder del jefe en el
pasado y el estatus heredado y suscita organizaciones administrativas de tipo
patrimonial de tipo feudal en las cuales los "funcionarios" dependen
del jefe y están fuertemente vinculados a él;
dominación legal, se asienta en la ley como principio
legitimador en función de su racionalidad y es independiente del líder o jefe
que las haga cumplir.
La burocratización significa prevalencia creciente de un
tipo racional y formal de organización.
"Administración burocrática" significa ejercicio
del control basado en el conocimiento (competencia técnica), rasgo que es lo
que la hace específicamente racional.
El sistema de control se asienta en notas características de
la autoridad legal:
las normas legales se establecen por su racionalidad y el
cuerpo legal está compuesto por un sistema consistente de reglas abstractas
establecidas intencionalmente;
la persona que desempeña la autoridad ocupa un cargo cuyas
funciones, prerrogativas, derechos y obligaciones están delimitadas y por la
razón de su cargo, detenta el poder;
la persona que obedece a la autoridad lo hace sólo en cuanto
miembro de ese grupo únicamente obedece a "la ley" a los preceptos
legales, no a las voluntades individuales de los jefes.
La organización burocrática se caracteriza por estar
compuesta por cargos oficiales delimitados por reglas que determinan la esfera
de competencia de cada uno de ellos de acuerdo con los siguientes principios:
delimitación de las obligaciones a cumplir por cada cargo en
función de la división del trabajo;
provisión de la autoridad necesaria para el desempeño y el
cumplimiento de esas obligaciones;
delimitación de las condiciones y los medios coercitivos
para el ejercicio de esa autoridad.
La organización de los cargos sigue el principio jerárquico
de modo que cada cargo está bajo el control y supervisión de un superior, y
cada funcionario es responsable ante su superior de sus decisiones y acciones y
de las de sus subordinados.
La conducta de los funcionarios está regida por un sistema
coherente de reglas técnicas y normas de tipo general y consiste en la
aplicación de esas reglas a cada caso y situación concreta. Se requiere una
especialización y una preparación cualificada y su selección se realizará de acuerdo
con este tipo de criterios.
Se considera el empleo como una carrera que se desarrolla de
acuerdo con un sistema de promociones establecido en función de la antigüedad o
la capacidad y conocimientos técnicos. Se trata de una adjudicación de los
puestos y cargos por razones de competencia y no por preferencias personales o
nepotismos.
Los actos administrativos, las decisiones y las reglas se
formularán y registrarán por escrito y el funcionario ideal cumple su tarea con
un espíritu de formalidad impersonal.
Según Weber, desde un punto de vista técnico la experiencia
demostraría en forma universal que la organización administrativa de tipo
burocrático puro es capaz de proporcionar el más alto grado de eficacia. El
aparato burocrático desarrollado es exactamente lo mismo que la máquina
respecto de las formas no mecánicas de producción. La precisión, rapidez,
univocidad, la oficialidad, la continuidad, la discreción, la uniformidad, la
rigurosa subordinación, el ahorro de fricciones y de costos objetivos y personales
son mayores en una administración severamente burocrática y especialmente
monocrática, servida por funcionarios especializados.
Weber trató de formular un tipo ideal de organización
burocrática. No es un modelo empírico del funcionamiento burocrático, ni es
resultado de un promedio de las características de todas las burocracias
existentes. Se trata de un tipo puro obtenido por abstracción de los aspectos
burocráticos más característicos de todas las organizaciones conocidas y cuya
nota esencial es la racionalidad y eficiencia.
Han surgido críticas al concepto de burocracia weberiano y a
la utilidad del tipo ideal:
unas dirigidas a señalar las insuficiencias de un concepto
que no tenía en cuenta los aspectos empíricos de las organizaciones concretas y
olvidaba las dimensiones no racionales de la misma;
otras ponen de manifiesto las propias contradicciones del
tipo ideal establecido por Weber señalando que una organización concreta que
reuniera todas las características en él establecidas no tendría que hallarse
necesariamente situado en el máximo de eficiencia, porque los factores que
determinan ésta no pueden establecerse en abstracto.
Críticas que han puesto de manifiesto las diferencias
disfuncionales que surgen a partir del modelo de organización burocrática
establecido por Weber.
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